Grandes devotas

Sri Jhanava Mata

Sri Jhanava Mata nació en una familia dedicada a la adoración de Dios. Su padre, Shri Suryadasa Sarakela, era el tesorero del rey, en un lugar llamado Shaligrama. Al pasar el tiempo, cuando Sri Jhanava Mata llegó al pleno florecimiento de su juventud, su padre comenzó a pensar acerca del matrimonio de su hija. Pensando en eso, una noche soñó dándole su hija al Señor Nityananda Prabhu.* Al día siguiente, lleno de alegría, relató el sueño a un amigo, y le informó de sus intenciones de ofrecer su hija al Señor Nityananda como esposa. Suryadasa Sarakela era un devoto muy querido por Sri Nityananda Prabhu. De tal manera, al poco tiempo se realizó una bellísima ceremonia, y así, Jhanava devi quedó bajo la protección de su esposo, Nityananda Prabhu. Toda su vida transcurrió en completa devoción a Dios, dedicando cada una de las actividades en servicio amoroso y desinteresado. Frecuentemente visitaba a su familia, participando en festivales muy extáticos, en los que realizaba bailes y cantos glorificando al Señor. Su devoción era tal, que todos los que la rodeaban, notaban con satisfacción su pureza y castidad, reflejada en la belleza externa Ella misma se encargaba de preparar los alimentos y los ofrecía amorosamente en el altar. Visitaba periódicamente los sitios sagrados, y en todas partes era recibida con reverencia y adoración. Así, ella liberó a muchos pecadores y ateos, con sus enseñanzas. Srila Bhaktivinoda Thakura (un devoto puro de Krishna), escribió una bella oración a Sri Jhanava Mata “Habiendo caído en este océano de miseria, mi vida es un aturdimiento, y no sé cómo llegar a su orilla; ni siquiera dónde buscarla. Todos mis esfuerzos son inútiles, todo mi conocimiento es inútil, como lo son el misticismo, la austeridad, la penitencia religiosa y la piedad mundana. Ninguno de estos procesos tiene poder para rescatarme. Estoy débil y sin ayuda. No sé cómo nadar a través de este océano de ignorancia. ¿Quién me liberará de este peligro? Dentro de este peligroso océano de la existencia material, yo veo los peligrosos cocodrilos de la gratificación sensual. ¡Qué temible visión! Dentro de este océano voy de un lado a otro por las turbulentas olas que constantemente hierven y se agitan como un barco sin timón. Los impulsos y estímulos que yo he adquirido desde mis previos nacimientos, son como un viento que sopla al barco en todas las direcciones. Mi mente es inestable. Este barco no tiene capitán, ni dirección; lloro en desesperación, viendo que no puedo cruzar este océano de miseria. OH, Jhanava devi! Hoy por el poder de tus divinas cualidades, sé misericordioso con este sirviente tuyo. Disipa esta ilusión que me atormenta y alíviame de la angustia de la existencia material. Permíteme tomar refugio a tus pies de loto, porque de esta manera ciertamente, podré cruzar el océano del nacimiento y de la muerte. Tú eres Nityananda-Sakti -la divina energía de Nityananda mismo. Eres el guru de Krishna-Bhakti (amor puro por Dios). Sé misericordioso conmigo y otórgame la sombra de tus pies de loto, que son como un árbol de deseos. Tú has liberado a incontables y abominables pecadores. Por favor libérame en la misma forma. Hoy este bajo ser pecaminoso cae a tus divinos pies, orando por tu misericordia”.

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